LA HIGIENE
La higiene es uno de los aspectos educativos que mas complicaciones suelen generar en las dinámicas familiares. En la línea tratar de cumplir como buenos padres (lo cual es lógico y loable) normalmente nos olvidamos de que los niños aprenden en cada segundo, por imitación, y si además resulta un juego divertido, es todo mucho mas sencillo.
Debemos de tener en cuenta que la psicología del niño es sábia, está muy bien diseñada y por lo tanto recordando un par de principios no tienen que generarse problemas:
1) El niño querrá siempre imitar. Si le ve a Ud. lavarse los dientes lo querrá hacer también, aunque a su manera. Si le ponen un escalon en el lavabo para que pueda alcanzar bien la altura adecuada y le facilitan un cepillo de dientes, el niño le imitará siempre.
2) Si interfieren en el como, tratando de guiar en exceso, y son ustedes muy "tikis mikis", resultará una pesadez para el niño. ¿Como se sentirían ustedes si alguien les estuviera corrigiendo continuamente e indicándoles lo mal que lo hacen?.
3) Si consiguen generar un momento agradable y divertido, vendrá muy bien que además le expliquen al niño el porque hacen lo que hacen.
4) No estén detrás del niño recordándole que se tiene que cepillar los dientes o bañarse, bastará con que le expliquen las consecuencias de no hacerlo y que toleren un poco de incertidumbre. A esto se le llama generar responsabilidad.
Por supuesto esto son indicaciones generales, dependerá de como sea el niño y de su historia educativa el que se pueda o no aplicar el punto 4, por ejemplo. El resto me parece que son aplicables en cualquier caso, solo que habrá que adaptarse a la edad del niño.
Si el niño no ve que ud. lee, probablemente no leerá. Si no le vé lavarse los dientes, probablemente tampoco lo haga por propia iniciativa. Si además todo esto está rodeado de tensión y de malos humores, la batalla estará perdida.
Debemos de tener en cuenta que la psicología del niño es sábia, está muy bien diseñada y por lo tanto recordando un par de principios no tienen que generarse problemas:
1) El niño querrá siempre imitar. Si le ve a Ud. lavarse los dientes lo querrá hacer también, aunque a su manera. Si le ponen un escalon en el lavabo para que pueda alcanzar bien la altura adecuada y le facilitan un cepillo de dientes, el niño le imitará siempre.
2) Si interfieren en el como, tratando de guiar en exceso, y son ustedes muy "tikis mikis", resultará una pesadez para el niño. ¿Como se sentirían ustedes si alguien les estuviera corrigiendo continuamente e indicándoles lo mal que lo hacen?.
3) Si consiguen generar un momento agradable y divertido, vendrá muy bien que además le expliquen al niño el porque hacen lo que hacen.
4) No estén detrás del niño recordándole que se tiene que cepillar los dientes o bañarse, bastará con que le expliquen las consecuencias de no hacerlo y que toleren un poco de incertidumbre. A esto se le llama generar responsabilidad.
Por supuesto esto son indicaciones generales, dependerá de como sea el niño y de su historia educativa el que se pueda o no aplicar el punto 4, por ejemplo. El resto me parece que son aplicables en cualquier caso, solo que habrá que adaptarse a la edad del niño.
Si el niño no ve que ud. lee, probablemente no leerá. Si no le vé lavarse los dientes, probablemente tampoco lo haga por propia iniciativa. Si además todo esto está rodeado de tensión y de malos humores, la batalla estará perdida.
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