COMO EDUCAR PARA UNA SEXUALIDAD RESPONSABLE

Pronto se podrá adquirir en farmacias la píldora postcoital, sin necesidad de receta médica. Países como EEUU, Francia, Portugal, Reino Unido, Bélgica, Dinamarca y Luxemburgo ya la dispensaban en sus farmacias. La píldora postcoital o píldora del día después significa libertad de decisión respecto a nuestro propio futuro, así como precaución ante un embarazo no deseado que puede derivar en serios problemas para la madre y el bebé. No es una píldora abortiva ya que su objetivo es evitar una posible fecundación. Sólo es una medida de precaución. Lo que no ha hecho el preservativo lo hace ésta píldora pero de otra forma. Aunque es una buena noticia ha causado una gran polémica el hecho de que cualquier menor de edad pueda adquirir la píldora sin necesidad de receta médica. Considero que al tratarse de una nueva medida, y al igual que ocurre con los métodos anticonceptivos, se debe educar a la población para su correcto uso. Hay que educar a los menores para que sean responsables de su sexualidad y por tanto, de sí mismos. Es fundamental que los jóvenes reciban información sexual en los colegios e institutos, de esa manera ayudaremos a que tengan una sexualidad más responsable. En cualquier caso, no son sólo los colegios los responsables de esa educación, sin duda los padres son los mayores responsables.



¿Y cómo podemos educar en sexualidad a nuestros hijos?. Lo más importante es empezar respondiendo a sus preguntas con la verdad y de manera adecuada a su edad, y en el caso de que ni siquiera nosotros mismos conozcamos la respuesta adecuada siempre podremos consultar algún tipo de material bibliográfico. Los libros son sabios. Los libros nos enseñan. Por eso les recomiendo para sus hijos la colección “Mis primeros sentimientos” de la Editorial Libsa, que incluye títulos como “Así nacemos”, “¿Por qué somos niños y niñas?, “No tengo miedo”, “¿Por qué somos diferentes?”…. En cada uno de estos títulos encontrará información afectivo-sexual clara y adecuada para sus hijos desde los tres años. Unos pequeños libros que sólo pretenden resolver dudas y que los niños conciban la sexualidad como algo natural.

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